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miércoles, mayo 18, 2005

Trabajo infantil: falacias de editorial del diario La nación

Una colistera de RIMA nos llama la atención sobre un editorial publicado en el día de hoy acerca del trabajo infantil en nuestro país.

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Compañeras de RIMA.
Envío este artículo, porque considero importante algunas consideraciones, sobre todo las relacionadas con las cifras, que han tenido una evolución sumamente grave.
Pero, quiero aclarar, que lo expresado por el mismo al inicio del párrafo tercero, es totalmente inexacto. "Definitivamente, el trabajo infantil no es ilegal, salvo que medie explotación o reducción a la servidumbre."...
La legislación argentina PROHIBE eltrabajo Infantil. El trabajo infantil ES ILEGAL, en cualquier caso de que se trate, no sólo en los casos "de explotación o de reducción a la servidumbre".
No se puede permitir que un artículo editorial de "La Nación", difunda este error GRAVE.
No debemos permitirlo, porque nuestros niños no deben trabajar bajo ningún concepto. Deben dedicarse solamente a ser niños.

un abrazo solidario y militante,

Iris

del diario La Nación del 18 de mayo de 2005


La infancia que trabaja


Sobrecoge hasta el ánimo más templado enterarse de que en nuestro país alrededor de un millón y medio de menores de 15 años trabaja y que, en muchos de esos casos, lo hace en ocupaciones fronterizas con la mendicidad.
Se trata de criaturas que en la flor de la edad deben resignar condiciones de vida propias de la infancia y la primera adolescencia para ingresar -de manera por cierto abrupta- en un mundo adulto y hostil, dentro del cual tienen que competir duramente para ganarse el sustento.

En 1998 eran 250.000; ahora se han sextuplicado. La ciudad de Buenos Aires
alberga en sus calles a alrededor de 3500, de entre 10 y 15 años, casi todos provenientes del conurbano bonaerense y dedicados a mendigar, limpiar parabrisas de autos, hacer juegos malabares en los semáforos, dedicarse a la venta ambulante o hacer de cartoneros, en algunas oportunidades acompañando a sus padres y en otras solos. En su mayor parte han dejado el colegio y no pocos de ellos añoran sus épocas de escolares. De ellas sacan fuerzas, tal vez, para eludir los peligros que los acechan a la vuelta de cada esquina, como el consumo de drogas, la explotación descarada o riesgos aún más temibles.

Definitivamente, el trabajo infantil no es ilegal, salvo que medie
explotación o reducción a la servidumbre. Pero salta a la vista que incluso en condiciones moderadas no es sensato que los niños deban desgajarse de la clase de vida que, con sus más y sus menos, es afín a su edad e insertarse, de manera muy próxima a lo compulsivo, en medios extraños y poco adecuados para su formación integral.

seguir leyendo en: http://www.lanacion.com.ar/opinion/Nota.asp?nota_id=705023

1 comentario:

Anónimo dijo...

Você tem razão, Irene. Trabalho infantil é uma vergonha pra qualquer país.