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jueves, febrero 25, 2010

desmantelar la "o"

Agujereó mi paciencia. Será porque pude descifrar la pregunta que modulaban sus labios. Será porque después de una mañana de miradas incrustadas en mi cuerpo, en especial en mis tetas, en el corte de pelo, los hombros y las caderas, portaba un copioso memorial de ojos inquisidores. Será porque acumulo muchas mañanas como esas, tardes y noches de violencia de la decodificación genérica.

“¿El o ella?”. No fueron los pronombres. No fue la interrogación. Fue la conjunción disyuntiva que las unía y que, en el cuerpo, las excluía. La “o” con que la máquina binaria captura el mundo con efectos de reducción y aniquilamiento. El estilo corporal normalizado, el género adecuado, el deseo correcto. La máquina de pensar en “o” define la política de guerra del régimen heterosexual. Una gramática de la existencia que borra y oblitera posibilidades, ambigüedades, promiscuidades. Ser esto “o” aquello, distancia que se mide con la òptica del miedo. Una máquina de organización de los cuerpos en dos casilleros, en dos letras, en dos vocales, en dos filas, en dos mitades, en dos vidrieras, en dos baños. Máquina que, ajustada a los tiempos del capitalismo global, tritura las diferencias y las vomita en una serialización domesticada.

El gobierno de la “o” estimula las dinámicas polarizantes que menosprecian la riqueza sensible del antagonismo. Infinitos pares semánticos en gradación asimétrica ocupando la cadena de producción de la vida. Industria del odio, cuya premisa de pureza asedia los límites escénicos de la pregunta de respuesta clausurada. Pero siempre hay un plus que subsiste en la vivencia y en la mezcla indetenible de los cuerpos, en el encuentro de los signos y sus fragmentos. “Chùpame el código”, desafía el “Manifiesto de la zorra mutante”[1] para interrumpir el circuito que atenaza la legibilidad corporal y sus narrativas canónicas. Las anomalías de la “y” transitan por la vida, volviendo la ambivalencia una publicidad a la vez asertiva y expuesta de nuestra carne. Ensayar la conjunción copulativa como una táctica celebratoria y de tensión poética. El territorio de las “y” comunica heterogeneidades, implosiones, recombinaciones, transposiciones y conexiones parciales.

Desarmar la “o”, ese collar de ahorque con el que los cuerpos son atrapados en cápsulas de obviedad. Sabotearla, lengüetearla hasta la oquedad, convertirla en esfínter, en orificio antisistema de flujo proliferante. No es la resolución de un problema de gramática ni una receta de libertad la urgencia, es una inflexión cardinal en la sintaxis biopolítica que articula posibilidades de vida y de muerte. Perforar el lenguaje hegemónico de la ley que regula la economía del saber de los cuerpos como método casero que configure una práctica perceptiva de la "rareza" como montaje de la norma. Una tarea mínima, casi invisible, de producción artesanal de mañanas, tardes y noches en que respirar sea un ejercicio más gozoso, con vacilaciones, pero menos escabroso para todos esos/nuestros cuerpos que encarnamos de múltiples y singulares formas las masculinidades y feminidades sin ataduras a lo que tenemos entre las piernas.


valeria flores
activista lesbiana feminista queer practicante de escrituras
febrero 2010
escritoshereticos.blogspot.com




jueves, febrero 18, 2010

Cladem apuesta al juzgamiento de delitos sexuales durante la última dictadura militar en Argentina

LA VIOLENCIA SEXUAL EN LOS CENTROS CLANDESTINOS DE DETENCIÓN DURANTE LA ÚLTIMA DICTADURA MILITAR ARGENTINA COMO CRIMEN DE LESA HUMANIDAD.


El Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (CLADEM), Argentina y el Instituto de Género, Derecho y Desarrollo (INSGENAR), organizaciones no gubernamentales dedicadas a la protección y promoción de los derechos humanos de las mujeres, presentamos el día martes 09 de febrero de 2010, ante los Tribunales de San Martín, provincia de Buenos Aires, en el marco de la causa "Riveros"*, un Amicus Curiae con opinión fundada y argumentos técnico-jurídicos para aportar a la investigación y juzgamiento de los delitos sexuales cometidos durante la última dictadura militar.

      Estos  delitos contra la integridad sexual, cometidos mayoritariamente contra mujeres, están contemplados en el Código Penal y en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional y son crímenes de Lesa Humanidad que el Estado argentino tiene la obligación internacional de investigar y sancionar a los fines de garantizar el derecho al acceso a la justicia sin discriminación de ningún tipo.

        Las violaciones sexuales formaron parte del plan sistemático de represión destinado a doblegar la resistencia de las víctimas, a humillarlas y degradarlas. Estos delitos fueron denunciados en varias oportunidades en diversas causas que se ventilan a nivel nacional. Sin embargo, ningún tribunal ha investigado o juzgado estos crímenes, quedando en la impunidad. Esto facilita y contribuye a la reproducción de una cultura de violencia contra las mujeres.

            Con esta presentación esperamos contribuir a la visibilización de la violencia de género presente en el accionar de las Fuerzas Armadas, a los fines de obtener una adecuada reparación de las víctimas, lo que necesariamente implica reconocer que las violaciones sexuales son crímenes de lesa humanidad.



CLADEM, Rosario, Argentina

INSGENAR, Rosario, Argentina





* Causa: "Riveros, Santiago Omar y otros por privación ilegal de la libertad, tormentos, homicidio, etc." Nº 4012.



jueves, febrero 11, 2010

Ataque fundamentalista a mural de La Otredad organización política, feminista, anticapitalista, y marxista de Mendoza

Desde el Departamento de General San Martín (Provincia de Mendoza) escribimos para repudiar los ataques recibidos por parte de un grupo fundamentalista, perteneciente a la Iglesia, contra nuestra organización, la madrugada del día 5 de febrero de 2010.


Somos La Otredad, una organización política,feminista, anticapitalista, y marxista, nuestras acciones son diversas, porque diversas y avasallantes son las opresiones que sufrimos como pueblo. A principios de febrero comenzamos un mural colectivo con la intención de que en el quedaran plasmadas las diversas luchas populares. Una parte de dicho mural (que aún esta en construcción), fue destinada a las reivindicaciones feministas, así simbolizamos a través de nuestros dibujos a mujeres y hombres marchando por la libre elección sexual, por la legalización y despenalización del aborto, en contra de la trata y de las violaciones, todo esto representado a través de las pancartas y de las remeras que llevan los dibujos.

Parece que la libre expresión de nuestras ideas molestó a un grupo de fundamentalistas quienes utilizando las mismas prácticas represoras y mafiosas con las que históricamente se han conducido atacaron nuestro mural. Y en una clara muestra de su misoginia, lesbofobia y acuerdo con las prácticas genocidas taparon con pintura la remera de un dibujo de una mujer que decía “yo aborte”, como así también la pancarta que se levantaba en contra de la muerte de mujeres por abortos inseguros, además taparon una remera que tenía el símbolo de la mujer con el puño levantado y otra remera en la que habían dos símbolos de la mujer que decía “¡felices!” y también demostrando su apoyo a la dictadura tacharon la remera de un dibujo de un a madre de plaza de mayo que decía “nunca más”.

En el mismo sitio donde se encuentra el mural, hace ya unos años tenemos nuestro pizarrón-revista-mural (es un pizarrón gigante, como los que están en las escuelas y en el escribimos con tiza) Espacio que utilizamos como un medio alternativo de comunicación. Es así, como estos grupos tan llenos de buenas intenciones, no conformes con haber arremetido en contra de nuestros dibujos dejaron estampadas sus bendiciones en nuestro pizarrón a través de un ¡VIVA LA IGLESIA, DIOS LOS BENDIGA!!”


Creemos que esta es una muestra más de la imposibilidad que tienen estos grupos fundamentalistas para dialogar ya que solo conocen como método la imposición violenta e intimidante de su doctrina. Es además una muestra clara de sus comportamientos oscurantistas, cobardes y fanáticos. Ellos no firmaron. No se identificaron. Sólo nombraron a “La Iglesia”.

Nosotrxs, los luchadores y luchadoras del campo popular, no nos escondemos, nuestras reivindicaciones son públicas, pintamos paredes a la luz del día, marchamos con nuestras reivindicaciones y banderas, gritamos con fuerza…. fuerte, bien fuerte, para que se oiga lejos, para que lo oigan todxs, porque son nuestros reclamos genuinos, justos, legítimos y porque encierran en sí mismos a La Otredad.

Agradecemos la difusión de este documento. Que estas nefastas prácticas sean divulgadas, que no cuenten con la impunidad que en otras épocas supieron conseguir.

La Otredad

la_otredad@hotmail.com


la_otredad@hotmail.com